viernes, 12 de septiembre de 2014

Phantom

Soy el fantasma de tu cabeza que quisiera vivir en tu corazón.

La duda, la discordia el “no sé qué”, el reflejo de tus ojos.

El amor que no habías probado, y el que tal vez no debiste probar. 
Tu vida sería más fácil, pero menos interesante, recuerdo que me dijiste que te gusta la adrenalina, como el pequeño nervio antes de viajar o de participar en una presentación,
de teatro 
de baile.

Soy tu droga
el torrente de adrenalina
la dosis perfecta para perder el control.

Pero también soy tu refugio, 
me gusta protegerte, consolarte, alegrarte.

No sé por dónde empecé a invadirte, 
me gusta pensar que fue por tu boca, 
sí, por ahí entré, por medio de mi beso favorito, 
ese beso que me hace sonreír cuando lo recuerdo y que me eriza la piel si escucho su música.

Empecé por tu boca y estuve mucho tiempo en tu cabeza, recorrí un poco de tu cuerpo, tal vez más de lo que debía; pero compartir más que unos besos me abrió la puerta a tu corazón.

No me queda más que darte las gracias por dejarme entrar, por conocerte desde adentro, desde lo mejor de tu ser.


Y ahora te pido que me dejes vivir ahí.


dbc

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