viernes, 10 de julio de 2015

Decido creer.




"Tengo una terrible necesidad de, cómo llamarlo... ¿religión?" 
Van Gogh

Van Gogh decía que cuando sentía la necesidad de una religión, salía por la noche y pintaba las estrellas. 

Creo que todos hemos sentido esa necesidad. Aquellos privilegiados que cuentan con una fe inquebrantable nunca dudarán, tienen tal cercanía a su dios que logran dialogar con él. Qué envidia. Dichosos los que creen sin haber visto ¿no? Unos porque saben muy poco y no cuestionan, y otros porque saben demasiado y prefieren no cuestionar; eligen creer y ¡les funciona! viven con la certeza de estar bendecidos. Para ellos todo tiene un sentido, en todo pueden encontrar milagros y tienen la capacidad de sorprenderse con lo ordinario.

Los otros miserables, "sabelotodos" condenados a racionalizar todo, no se permiten creer. Y qué es la fe después de todo sino ver a tu dios en el pájaro que te visita cada mañana.

Galeano dijo que la nostalgia es buena pero que la esperanza es mejor. Podemos estar añorando el pasado que mostraba un horizonte más certero y podemos lamentarnos por estar como estamos; pero en la esperanza cabe una vida maravillosa llena de posibilidades. Es como ir caminando, si estás vivo invariablemente estás avanzando, pero si te quedas en la nostalgia te mueves con la cabeza viendo hacia atrás, y con la esperanza llevas la cabeza en alto, al frente y adelante porque no sabes en qué momento te vas a topar con lo que esperabas, o con algo mejor.

Recuerdo el comentario de mi maestra de química en la prepa diciendo que Pasteur rezaba el rosario, como probando el punto que la ciencia no está peleada con la religión. Sabina Berman se empeñó en desmitificar a Carlos Darwin describiendo la visión e su dios. Tal vez todos sucumben en el último aliento, todos vamos a terminar en el mismo lugar. Y como nos encanta sentirnos especiales creemos que hay algo después de la muerte de lo contrario, qué sentido le damos a la vida,

Por eso es mejor creer, o elegir creer, porque el sentido se lo damos todos, las razones, las coincidencias... somos nosotros quienes unimos los puntos, quienes agregamos la salsa con la que sazonamos las cosas de la vida.

Porque no sé si hay algo o alguien allá arriba que nos cuida pero me gusta pensar que sí, 
hoy decidí creer.

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